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Historia del akita americano
El akita americano es una raza que tiene sus raíces en Japón, específicamente en la región de Akita, donde fue criado inicialmente como perro de caza. Su historia se remonta a los antiguos matagi akitas, que eran utilizados para cazar grandes presas como osos y jabalíes. Con el tiempo, esta raza se vio afectada por la Segunda Guerra Mundial, lo que casi lleva a su extinción. Sin embargo, algunos criadores lograron preservar la raza, y tras la guerra, soldados estadounidenses llevaron a algunos ejemplares a su país, donde evolucionaron hacia el akita americano que conocemos hoy.
Características físicas y temperamento
El akita americano es un perro de gran tamaño, alcanzando entre 61 y 71 centímetros de altura y pesando entre 32 y 55 kilos. Su cuerpo es musculoso y bien proporcionado, con un pelaje de doble capa que lo hace resistente a climas fríos. En cuanto a su temperamento, el akita americano es conocido por ser leal y protector con su familia, pero puede ser reservado con extraños. Esta raza tiene un carácter fuerte y territorial, lo que la convierte en un excelente guardián.
Cuidado y adiestramiento del akita americano
El cuidado del akita americano es fundamental para garantizar su bienestar. Es importante que reciba un adiestramiento adecuado desde cachorro para evitar problemas de comportamiento en el futuro. La socialización con otros perros y personas es crucial. Además, debido a su tamaño, es necesario proporcionarle una alimentación de calidad, rica en proteínas y nutrientes esenciales. El cepillado regular es vital para mantener su pelaje en buen estado, especialmente durante la época de muda. También es recomendable llevarlo al veterinario de forma regular para monitorear su salud y prevenir enfermedades comunes en la raza.
