Tópicos cubiertos
La importancia de la compañía animal en la tercera edad
Tener un animal de compañía no solo proporciona compañía, sino que también se ha demostrado que tiene efectos positivos en la salud de las personas mayores. La presencia de un animal puede ser un verdadero bálsamo para la salud física y emocional, especialmente en aquellos mayores de 65 años que a menudo enfrentan problemas de soledad y aislamiento. Estudios recientes indican que los animales de compañía pueden reducir significativamente la necesidad de atención médica, lo que se traduce en un ahorro considerable para los sistemas de salud pública.
Impacto económico de la terapia asistida con animales
Se estima que el apoyo emocional y físico que brindan los animales puede disminuir los gastos sanitarios en aproximadamente 4 mil millones de euros al año. Este dato es especialmente relevante en el contexto actual, donde el envejecimiento de la población plantea desafíos significativos para los servicios de salud. La terapia asistida con animales no solo mejora la calidad de vida de los ancianos, sino que también representa una estrategia eficaz para reducir costos en el sistema sanitario.
Beneficios psicológicos y físicos de la interacción con animales
La terapia con mascotas se está consolidando como una terapia complementaria efectiva para diversas patologías. Los animales no solo ofrecen compañía, sino que también pueden actuar como co-terapeutas, ayudando en el tratamiento de enfermedades físicas y mentales. La interacción con animales ha demostrado tener efectos positivos en pacientes con demencia y otras dificultades cognitivas. Acariciar un animal puede generar un profundo sentido de relajación y bienestar, gracias a la liberación de neurotransmisores que mejoran el estado de ánimo y la salud física.
Colaboraciones entre profesionales de la salud y veterinarios
La Asociación VETeris ha iniciado colaboraciones entre médicos geriatras y veterinarios para promover intervenciones asistidas con animales. Estas iniciativas están diseñadas para mejorar la calidad de vida de los ancianos, fomentando la interacción social y estimulando la actividad física. La presencia de animales en residencias de ancianos ha mostrado resultados positivos, incluyendo una reducción significativa de los trastornos psico-comportamentales y una mejora en parámetros vitales como la presión arterial y los niveles de colesterol.