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Los gatos son animales territoriales y pueden ser agresivos con otros gatos. Si tu gato ha sido mordido por otro gato, es importante que tomes medidas para tratar la herida y prevenir infecciones. En este artículo te explicamos cómo hacerlo.
Lo primero que debes hacer es evaluar la gravedad de la herida. Si es una herida superficial, es posible que puedas tratarla en casa. Sin embargo, si la herida es profunda o sangra mucho, es importante que lleves a tu gato al veterinario lo antes posible.
Si decides tratar la herida en casa, asegúrate de lavarte bien las manos antes de manipularla. Usa guantes si es necesario y ten cuidado de no ser mordido o arañado por tu gato, ya que esto puede transmitir enfermedades.
Para limpiar la herida, usa agua tibia y jabón suave. Si tu gato se deja, puedes usar una jeringa o una botella con agua para enjuagar la herida. Si la herida está sucia o llena de pelos, puedes usar unas pinzas esterilizadas para retirar los restos.
Después de limpiar la herida, aplica una solución antiséptica como la clorhexidina o el agua oxigenada diluida. Usa una gasa esterilizada para aplicar la solución y asegúrate de cubrir toda la herida.
Después de limpiar y desinfectar la herida, aplica una pomada antibiótica para prevenir infecciones. Puedes conseguir una pomada en la farmacia o en la clínica veterinaria. Asegúrate de seguir las instrucciones del fabricante y de aplicar la pomada con cuidado para no lastimar a tu gato.
Si tu gato se lame la herida, puedes usar un collar isabelino para evitar que se lastime más. También es importante que mantengas la herida limpia y seca para prevenir infecciones.
Después de tratar la herida, es importante que observes la evolución de la herida y el comportamiento de tu gato. Si la herida no mejora en unos días o si tu gato muestra signos de dolor, fiebre o falta de apetito, es importante que lo lleves al veterinario.
Recuerda que las heridas por mordedura de gato pueden ser graves y pueden transmitir enfermedades como la rabia o la enfermedad del arañazo de gato. Si tu gato no está vacunado o si no conoces el estado de salud del otro gato, es importante que consultes con el veterinario para tomar las medidas necesarias.
En resumen, si tu gato ha sido mordido por otro gato, es importante que evalúes la gravedad de la herida, la limpies y desinfectes, apliques una pomada antibiótica y observes la evolución de la herida y el comportamiento de tu gato. Si tienes dudas o si la herida no mejora, no dudes en consultar con el veterinario.
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